Teoría de Cuerdas

miércoles, 25 de agosto de 2010

 

Últimamente en una faceta sobre mí mismo encontrada recientemente, la de físico, desarrollé un liviano interés hacia la teoría de cuerdas. Básicamente consiste en que toda la materia se encuentra compuesta por algo muy similar varias "cuerdas" o "delgados filamentos" (de una sola dimensión, sin profundidad alguna) que al vibrar en distintas frecuencias, velocidades y direcciones nos dan la impresión de un objeto. En realidad es más complicado que eso, pero dejémoslo así por ahora.

Es mi costumbre usual tomar conceptos científicos, y modificarlos para adaptarse a pensamientos más triviales como los de las emociones, las relaciones humanas, la filosofía, psicología y otras cuestiones menos científicas (psicólogos y filósofos, sientanse libres de ofenderse aquí).

Imaginemos las relaciones interpersonales con otras personas, cada una como una cuerda, todas iguales entre sí. Veamos qué podemos decir al respecto...

Para empezar, todas las relaciones con otras personas, serían una cuerda, todas iguales entre sí, de igual composición. ¿Cuál sería la diferencia? ¿Por qué percibimos ciertas relaciones más importantes, menos importantes, más fuertes, más débiles, de mayor duración o de menor duración? Por la forma en que vibran estas cuerdas. La forma en que vibra, la intensidad, la dirección que lleva... Es una cuerda igual a millones de otras, pero es simplemente la forma en que se comporta lo que le da forma distinta a lo que sentimos o tenemos con la otra persona. Una relación más profunda, una relación más superficial, no tienen mucha diferencia si solamente vemos la cuerda estática. Es la cuerda en movimiento, la relación en su andar, lo que nos da la ilusión de "el compañero para toda mi vida," "un error y nada más" o "nunca sucederá."

Las cuerdas de diez guitarras idénticas no tienen mucha diferencia entre sí, pero si las hacemos vibrar de forma distinta pueden producir diez melodías distintas y darnos diez sentimientos diferentes.

Siempre podemos cambiar nuestra intensidad y frecuencia para con las otras personas, y lograr que nos perciban de una forma más positiva, que tomen en cuenta lo que queremos que tomen en cuenta de nosotros. Es sólo cuestión de perspectiva.

Mi persona especial tiene una intensidad distinta al de todas las otras. Una cuerda que no solo se encuentra unida a la mía, sino que tironea. Siempre me tendrá cerca con sólo tironear, aún si esa fuerza me llegara a lastimar. Porque esa cuerda, no importa cuánto vibre, no importa cuan fuerte tire, nunca se desenredará, ni tampoco se cortará.

Hay personas del pasado que creen que pueden llegar y vibrar como antes, pero sus cuerdas perdieron tensión e intensidad... a veces nos confunde lo similar que parece a "como era antes," pero la realidad es distinta.

Nosotros somos distintos. Vamos sonando cada vez mejor. Sólo somos dos cuerdas, y formamos un instrumento completo. Mostrémosle al mundo nuestra música; hasta ahora siempre se han sorprendido.

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